~*~..lágrimas y sonrisas..~*~ (objetiva)

Sólo hay una palabra que describa, y no en su total magnitud, estos últimos cuatro días que he vivido, más bien fueron cinco...pero la verdad es que sólo la palabra INIGUALABLES los describe. Han sido fantásticos, y no exagero diciendo que han sido los mejores momentos de mi vida.

Este 16 de julio llegó a Vigo una personita muy especial para mi, desde Lugo de Llanera (Asturias). El día comenzó a la una y media de la tarde, cuando, después de una carrera con derrape incluído por toda la estación, abracé por fin lo que tanto tiempo llevaba anhelando. Toda una tarde con él, simplemente geniales, la verdad es que el estar con la persona a la que amas es lo mejor que hay...La mañana del 17 solos nosotros, desayuno, paseo...¡¡y a buscar a la demás gente!! A las dos y media, ya estábamos esperando a las otras tres gallegas, que llegarían con los tres madrileños: Maryan, Minyen y Berethor. tras los pertinentes saludos y abrazos, las risas y el corte inicial, nos fuimos a comer, y ya comienzan las risas; y tras ellas, un buen paseo por Vigo...la ciudad de las escaleras y las cuestas, más risas acompañan, abrazos, besos, caricias, flores...todo y todos, en una tarde...Al fin la noche comienza a aparecer, tímida, y la cena con ella. Se acaba el día.

El lunes, más y mejor: el plan promete. Por la mañana, ya pronto, a las doce, cogemos el bus que nos lleva hasta Panjón, ¡a la playita! El agua, para sorpresa de todos, no está fría...bueno...no está fría para la sangre gallega, porque para los demás...baños y revolcones en la arena, risas, y sustos, Berethor se puso malito y nos tuvimos que acercar hasta la cruz roja, por suerte se puso bien pronto. Comida (que no nos tuvimos que quedar de lavaplatos eh??), y por la tarde...¡¡más playa!! Cada uno a su bola, aunque cabe decir que también tomamos cartas en la baraja. Al fin cogimos el bus, aunque a partir de ahí ya no sé nada, me tuve que ir, y esperar a que pasase el mío, sino no podría cogerlo...

Martes 19 de julio. por la mañana, a despertar a los dos dormilones astur-madrileños. tras el susuyuno, carrerita, para coger el barco que nos tendría que llevar a las Cíes, hasta el puerto, donde habíamos quedado con Aranedlor y las madrileñas. Peero...pese a los grandes esfuerzos que se hicieron, perdimos ese barco, y a esperar al siguiente. Eran las doce, y Berethor, Fëamenel y yo cogimos el barco. A la una menos poco llegamos a las Islas, y paseíto por la playa para encontrarlas. ¡¡ESO SI QUE ERA LA GLORIA!! tras la comida, más playa, bañito, y castillito de arena!! Ni más ni menos, MINAS TIRITH (Con intenciones de luego construir Orthanc) y a las ocho de la tarde-noche, a coger el barco de vuelta (con carrerita incluída) y sesión de fotos antes de esto. Ducha, ¿¿y luego?? ¡cena! otra vez pizza, por no variar, y al parque, ¡a los pumpios! Ains...qué risas...realmente fantástico.

Último día, miércoles por la mañana, y ya de entrada, bañado de lágrimas....aunque esto sea objetivo...Poco diré de este día, comida, aunque Fëamenel se nos puso pachucho y no comió..y por la tarde, prontito, al Castro, a dar nuestro último paseo, divertido, el loco, y más risas. Finalmente, llegó el momento que nadie quería. Maletas, y a la estación: lágrimas y sonrisas.

Y brevemente, de forma MUUUUUUY reducida, estos fueron los últimos cinco días de mi vida, sin duda, los mejores...